Estamos en La Mancha, en un pueblo muy pequeño del este de España. Don Quijote sale de su casa y se va a ver a su hermana, porque ella lo ha invitado a comer. Llega a su casa y comen mientras van hablando de sus cosas. Cuando acaban de comer se sientan un poco a descansar.
Luego Don Quijote le explica a su hermana que se esta aficionando a las novelas de caballería, ella le dice que no le atraen nada ese tipo de libros, que no tienen ningún objetivo concreto, y que no le gustan las cosas que les pasan a los protagonistas.
Don Quijote intenta convencerla explicándole cosas sobre la caballería, pero no consigue nada.
Más tarde, Don Quijote se va a su casa a hacer la lectura que hace todos los días de novelas de caballería. Entra dentro de su habitación y se sienta bien cómodo, empieza a leer un libro y allí mismo se queda dormido. A la mañana siguiente se levanta y se va a dar un paseo andando, mientras esta andando por las afueras del pueblo se topa con un caballero, como los de los libros, con armadura, con un caballo resistente y con una lanza muy larga. Don Quijote le pregunta a dónde se dirige y cómo lo hizo para convertirse en caballero, éste que se llama, Martín, le explica que no es nada complicado, y le cuenta como empezó él a ser caballero. Martín convence a Don Quijote y se despiden.
Don Quijote llega en su casa y no para de pensar en marcharse de la Mancha e irse a un lugar lejos con su caballo y su escudero. Va a casa de Sancho y le dice si quiere ser su escudero, primero Sancho se niega, pero luego Don Quijote lo va convenciendo y al final acepta. Deciden marchar al cabo de una semana.
Una semana después, tenemos a Don Quijote y a Sancho emprendiendo un viaje de caballería hacia lugares desconocidos y sin una ruta concreta.
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